Manuel CHIAPUSO
La guerra en Euskadi presenta dos etapas diferenciadas. Una, la de la existencia de las Juntas de Defensa de Guipúzcoa y Vizcaya. Otra, la del Gobierno Vasco nacido después de la proclamación del Estatuto, en octubre 1936. La Junta de Defensa existió desde el 28 de julio hasta el 13 de septiembre, día en que se perdió la ciudad de San Sebastián, y la Junta de Vizcaya desde primeros de agosto hasta que se nombró el Gobierno Vasco. La característica de este Gobierno difiere en mucho con el resto de la actividad política y social en la zona republicana.
¿Por qué? Por la existencia del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyo comportamiento polifacético en los albores del levantamiento militar dejó que desear. En dos provincias –Álava y la Navarra tan vinculada históricamente a la realidad vasca– colaboró más o menos estrechamente con las autoridades militares. Proclama del PNV en Vitoria cantando loas al alzamiento, firmada por Landáburu, y cartas del mismo al presidente, José Antonio Aguirre, indicando la conveniencia de actuar de forma que los militares perdonaran la existencia del Gobierno Vasco contra la sublevación militar. Documentos que se hallan en la Crónica General. En Guipúzcoa, que se decantó por la República, el PNV anduvo a la zaga y a remolque. No sabía qué carta jugar frente a la explosión popular en San Sebastián, Tolosa y Eibar. En Vizcaya fue más activo. Sigue leyendo →