Archivo de la etiqueta: Bakunin

Bakunin y la Primera Internacional

Ángel J. CAPPELLETTI

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La idea de fundar una asociación que agrupara a todos los trabajadores del mundo, por encima de cualquier diferencia de nacionalidad, lengua, raza, cultura o religión, parece que se le ocurrió por vez primera en 1843 a Flora Tristán, singular escritora francoperuana descendiente de un virrey –y, según ella, también de un emperador incaico– y abuela de Gauguin. Sigue leyendo

Aspectos del cautiverio de Bakunin

Ignacio DE LLORENS

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Los autócratas dan nombre y apellido al Estado. La asepsia represiva y el anonimato ceden el lugar al combate personal, a una suerte de duelo siempre desigual entre el súbdito díscolo y el gobernante. Los zares fueron los últimos monarcas con ínfulas divinas, y la «protección» que brindaron a sus gobernados pretendía ser patriarcal, mostrando sus debilidades al castigar con amor, para obtener el arrepentimiento.

Esta situación se ponía especialmente de relieve cuando los rebeldes pertenecían a familias bien, como fueron los casos de los decembristas y, posteriormente, el de Bakunin y Kropotkin.

Bakunin había renunciado a su carrera militar e iniciado conspiraciones y sublevaciones para derrocar monarquías e imperios. Detenido tras la fracasada sublevación de Dresde, en 1849, de la que había sido su principal impulsor, su cabeza fue pronto un preciado botín reclamado por los diversos estados a los que había hostigado. De este modo, con su detención se inicia un cautiverio por cárceles y mazmorras de diversos países que había de durar más de ocho años. Sigue leyendo

Hans Magnus Enzensberger, Durruti y Bakunin

Francisco Carrasquer

Hans Magnus Enzensberger

Hans Magnus Enzensberger

He aquí a un poeta alemán que debería ser más conocido de los españoles, siquiera sea por lo bien que él nos conoce, por no decir nos quiere, que el amor es el conocimiento supremo.

Complacencias chauvinistas aparte, Hans Magnus Enzensberger se merece ser más conocido porque está muy lejos de encarnar los defectos arquetípicos del intelectual y más aún del poeta clásico o romántico. Enzensberger no es un hombre retraído ni recoleto, sino muy enterado de la actualidad universal, muy empapado de las grandes culturas y que se mueve con la misma desenvoltura en temas sindicalistas, como en la problemática de los mass media, desde el periodismo a la televisión y que al mismo tiempo es capaz de irse a una isla griega a profundizar una idea, como venirse a Barcelona o a Madrid para actuar en un jurado de premio literario. En suma, es una cabeza de aquellas que Ortega y Gasset llamaba claras, como pocas, sostenida por un corazón con tan múltiples registros como un órgano barroco. Pero ahora y aquí me gustaría acercar a Enzensberger a nuestro mundo libertario por dos de sus obras: una novela sui generis sobre Durruti y un poemario en el que figura una larga balada dedicada a Bakunin. Sigue leyendo