Archivo de la categoría: Crítica social

Acerca de la JUSTICIA

Herbert READ

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Herbert Read

La Justicia es ciega en su antigua personificación –frecuente hasta en la iconografía cristiana–, y es representada sosteniendo, a la vez que una espada, una balanza. Se alza imparcialmente entre contrarias demandas, y nada ve, pero lo pesa todo.

Este concepto da por supuesto que las demandas contrarias tan solo surgen entre personas. El símbolo no encaja en las complejidades de la civilización moderna, donde, lo más a menudo, la persona se halla en conflicto con el Estado. En tal caso, la idea de la Justicia es invadida, hasta el extremo de sustituirla, por la de Retribución, que originalmente fue el castigo impuesto por un dios vengativo, en cuyo lugar impera ahora absolutamente el Estado. La balanza ha dejado de ser adecuada, y el único símbolo valedero que le queda a la Justicia es la espada… Sigue leyendo

La Ley de seguridad ciudadana: hacerse temer, hacerse odiar

Gerardo Pisarello

Jorge-Fernandez-Navarra-Ministerio-Interior_EDIIMA20140315_0306_13Parecía inconcebible que se atrevieran a seguir adelante con él. Por su irracionalidad, por su carácter abiertamente antigarantista, por el alud de críticas que había recibido de organizaciones de derechos humanos de todo tipo. Sin embargo, el Partido Popular ha decidido apretar el acelerador e imponer en el Congreso de los Diputados su proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. Lo ha hecho para lanzar a la oposición política y social un rugido  de dureza. Para emular a Fraga y anunciar que la calle es suya y que no permitirá que nadie se la dispute. Hace unos años, el gesto podría haber resultado eficaz. Ahora no. Con la corrupción carcomiendo sus estructuras, con el aumento de la precarización social, con el desafío que suponen el proceso soberanista catalán y el imparable auge de Podemos, la decisión del Gobierno aparece como un signo de debilidad que, tarde o temprano, puede acabar volviéndose en su contra. Sigue leyendo

El abortar se va a acabar. Gallardón dixit

Laura EJARQUE

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Las mujeres que deseen interrumpir su embarazo tendrán que reflexionar al menos durante siete días antes de dar su consentimiento…

El aborto desaparece como derecho y voluntad exclusiva de la mujer en las primeras 14 semanas y vuelve al Código Penal con dos excepciones: si el embarazo es producto de una violación (con denuncia previa) o si supone un «grave peligro para la vida o la salud psíquica o física de la mujer». Sigue leyendo

El papel de las ONG’s. Subdesarrollo y desarrollo

Xavier PÉREZ MORELLA 

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El problema del subdesarrollo se ha concretado históricamente en los siguientes rasgos:

  1. Crecimiento demográfico explosivo (al que henos contribuido en gran medida los países del Norte).
  2. Un clima y una densidad en el campo que impiden el excedente por agricultor y por tanto el mercado (traducido en la falta de ahorro).
  3. Una geografía que no favorece la industrialización.
  4. La tecnología (cada vez más complicada y difícil de imitar).
  5. La oligarquías locales (sustitutos del colonizador). Sigue leyendo

La Alta Velocidad Española. Un ferrocarril movido por el interés

Esteban GUIJARRO

AVETras el accidente del Alvia el pasado 24 de julio en Santiago se ha abierto el debate sobre las medidas de seguridad, sobre las repercusiones en el cada vez más esperpéntico proyecto de la «Marca España». También es momento de analizar las motivaciones e intereses que nos han llevado a convertirnos en el país con la red ferroviaria de alta velocidad más extensa de Europa y el segundo del mundo después de China. 

En sus orígenes, los sistemas de transporte nunca se orientaron por una finalidad social, ni aquí ni en ninguna parte. Los intereses que movieron su desarrollo fueron principalmente comerciales, industriales o aristocráticos: las rutas marítimas son un ejemplo no menos claro que las dos primeras líneas férreas de nuestro territorio, la industrial Barcelona-Mataró o la Madrid-Aranjuez, que unía dos de las residencias de la monarquía. Tampoco hay que pasar por alto la necesidad de mantener unidas las metrópolis con las posesiones coloniales. Sigue leyendo

Poderes y cultura: instituciones y creación

Francisco CARRASQUER

Agustín García Calvo

Agustín García Calvo

Si en principio nos parecen dos conceptos incompatibles, para demostrarlo palmariamente, bien podríamos empezar partiendo de la contradicción que entraña el término «instituciones culturales». De momento es un hecho que estamos invadidos y, por lo tanto, empapados por esa expresión ubicua y omnipresente como Dios, y así no hay hora del día y de la noche que no nos asalte con una u otra institución cultural, ya sea de alcance local, regional o nacional, ya por vía de la tele, de la radio, de la prensa, de la publicidad en la calle, en los tablones de anuncios y periódicos murales que cuelgan en los vestíbulos de escuelas, iglesias, academias, universidades, ateneos, bibliotecas, sociedades recreativas y comercios en general.

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El «Marketing social» o el cuento del capitalismo filantrópico

Xavier LATORRE

Cada vez más, en diferentes medios publicitarios, nos anuncian que determinadas empresas están apoyando loables acciones de apoyo social. Empresas como Endesa, Telefónica, Correos y Telégrafos y grandes corporaciones financieras han creado un departamento o institución específica para el desarrollo de este tipo de iniciativas. ¿Cuáles son las razones de esta creciente «sensibilidad social» que nos quieren transmitir estas empresas?

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La tragedia de la inmigración. Años de hambre en los bosques

Ignacio DE LLORENS

inmigrantesCuando Sherlock Holmes reconocía la dificultad de un caso empezaba a sospechar que detrás se escondiera «la mayor inteligencia al servicio del mal», que siempre era el profesor Moriarty. Si descartamos las grandes inteligencias «legítimas» que presiden instituciones gubernamentales, tal vez hoy podría pensarse que el papel del profesor Moriarty lo ocupa el multimillonario Bin Laden, que en lugar de poner sus cuentas corrientes al servicio de los más necesitados, fuese por amor a Alá o a esos pueblos islámicos hambrientos, dedica su pecunio a la creación de una internacional del crimen. Otro multimillonario, un caudillo africano convertido al cristianismo, decidió erigir un monumento a su Dios que fuera la réplica tropical al Vaticano, y así, en pleno desierto se distingue un palacio dorado. Seguramente le debió pasar como a aquel judío del que nos habla Boccaccio. Se llamaba Abraham y era un rico mercader parisino. Su amigo cristiano, Giannotto, intentaba acercarle a la verdadera fe, de modo que Abraham decidió tomarse en serio la recomendación y decidió emprender camino hacia Roma para conocer el centro del cristianismo. Su amigo se temió lo peor, pues cuando Abraham viera la corrupción eclesiástica reinante no sólo no se convertiría, sino que volvería hecho un acérrimo enemigo del cristianismo. Abraham llegó a Roma y se quedó horrorizado del ambiente lujurioso y de la hipocresía reinante entre los eclesiásticos «Tan avaros y ansiosos de dinero los vio, que tanto la humana sangre, incluido la cristiana, como las cosas divinas, y a los sacrificios y beneficios perteneciente, por dinero vendían y compraban, haciendo mayor mercadería y más ganancias teniendo», que se quedó defraudado, pero luego pensó Abraham que si a pesar de todo el cristianismo seguía teniendo éxito es que el Espíritu Santo le inspiraba, de modo que regresó a París, se bautizó en Notre Dame y pasó a llamarse Juan. Sigue leyendo

La violencia como discurso del Poder

Alejandro SOLER

violencia-policial1Cuando se aborda un tema tan manipulado como el discurso de la violencia, casi siempre se ve uno tentado a manifestar la violencia del discurso como un antídoto necesario para evitar caer en la trampa de contraponer diferentes tipos de violencia y condenar unos o justificar otros dependiendo del espacio ideológico en el que uno se sitúe. No quiere esto decir que vaya a tratar de hacer aquí un lavado de cara al concepto para eliminar toda la basura dialéctica que se le ha ido añadiendo, impregnando de tal modo el discurso que cualquiera que trate de analizarlo siente que la suciedad se le va incrustando en los intersticios del lenguaje, hasta convertirlo en una especie de estercolero donde van a nutrirse toda clase de aves carroñeras.

Mi intención es mucho más modesta: se trataría de reflexionar sobre las causas que hacen posible que sean asumidas paulatinamente determinadas premisas que preparan el camino para la inversión del discurso revolviéndolo contra aquellos que tratan de fijar una determinada conceptualización en el marco social del cual surgieron. Pondré un ejemplo para situar de modo preciso lo que quiero expresar. En palabras del anarquista italiano Malatesta, «anarquía quiere decir no violencia, ausencia de dominio del hombre sobre el hombre, y ,d e imposición por la fuerza de la voluntad de uno o varios s6bre la de los demás». Creo que esta afirmación resultará de una claridad meridiana para quien esté familiarizado con los escritos anarquistas, porque según el mismo Malatesta «la violencia anarquista es la que cesa cuando cesan las necesidades de la defensa y de la liberación». Sigue leyendo

El Mayo 68 de las periferias. La revuelta social de 2005 en Francia

Wilfrid

FRANCIA

Queman su barrio: su cárcel

El 27 de octubre de 2005 se inició en París una revuelta social que rápidamente se extendió por buena parte de Francia e incluso a otras ciudades europeas. La muerte de dos jóvenes de origen africano fue el origen de la revuelta y el incendio de coches se convirtió en su imagen más característica. El entonces ministro del interior Nicolás Sarkozy atribuyó el problema a la «escoria» que puebla los barrios periféricos. Sigue leyendo

La caída del sistema público de pensiones

Bernardo RODRÍGUEZ ÁLVAREZ

pensionistasLas medidas que se están tomando contra el sistema público de pensiones, con el argumento de su inviabilidad, debemos encuadrarlas en el campo del ataque contra el Estado del bienestar que se produce desde la década de los años 70 del siglo pasado. Por lo que la propuesta del Gobierno español de alargar la edad de jubilación y aumentar el periodo de cálculo de las pensiones no es más que otro paso en el camino hacia la privatización de parte del sistema de la Seguridad Social según las tesis neoliberales y los intereses del Capital en especial el financiero y la Banca. Sigue leyendo

la mecanización del cadáver. La mala suerte de los animales

Christian FERRER

perro-jaulaA Noé, con ocasión del diluvio universal, se le ordenaron dos misiones: el salvamento de un pequeño núcleo humano y el de todos los animales de la creación, no solamente durante el tiempo de duración de la catástrofe, sino también en el de su posterior conservación y reproducción. En el Arca, emblema de la comunidad de todos los seres vivientes en momentos difíciles, se cuida de los animales, pues desconocen la causa de su mala suerte. Fueron extirpados de su ambiente natural a pesar de ser inocentes.

Como a un perro

Era un perro de la calle y respondía únicamente al nombre de Dash. Había sido entregado a la ciencia con el fin de probar la eficacia de la electricidad aplicada al arte de matar. A lo largo del experimento se aplicaron 300 voltios sobre el cuerpo del perro, estremeciéndolo hasta el aullido, y después se siguió con 400 voltios, que tampoco lograron destrozar su vida. A continuación el voltaje alcanzó los 700 voltios, y aunque su lengua colgaba como un badajo, todavía continuaba vivo. Al cuarto intento sucumbió. Esto ocurría en Nueva York, el 30 de junio de 1888. La comisión estatal encargada de seleccionar un método alternativo a la horca –el preferido hasta ese momento– consideró treinta y cuatro propuestas distintas que abarcaban la eyección desde un cañón, el hervido de la persona en carne viva y el abandono en medio de una jauría de animales salvajes. El abanico se cerró sobre cuatro teclas: el garrote vil, la guillotina, la inyección hipodérmica (posibilidad rechazada porque «la morfina podría llegar a eliminar en el reo el gran miedo de la muerte») y la electrocución, que terminó por conformar a los miembros de la comisión. Dos años después, Francis Kemmler sería su primer cobaya humano: fatalmente, había levantado la mano sobre su esposa. En la nueva fórmula judicial que le fue leída se estipulaba lo siguiente: «Has sido condenado a sufrir la pena de muerte por medio de la electricidad». El condenado respondió al tribunal: «Estoy dispuesto a morir por la electricidad. Soy culpable y debo ser castigado. Estoy listo para morir. Estoy contento de que no voy a ser ahorcado. Creo que es mucho mejor morir por la electricidad que por ahorcamiento. No me causará ningún dolor». Se equivocaba, y mucho. Sigue leyendo

El fundamentalismo católico y su guerra santa

Jaume BARALLAT

El ascenso de Karol Wojtyla a la cúspide del poder eclesiástico supuso el inicio de un proceso de restauración integrista, que se dedicó a desmantelar progresivamente los cambios introducidos en la Iglesia durante Concilio Vaticano ll. Wojtyla, en estrecha alianza con organizaciones católicas fundamentalistas, se empeñó en una cruzada ­–continuada por su sucesor Ratzinger– que tenía y tiene como objetivo la restauración de la moral tradicional y que, en nuestro país, ha encontrado un aliado fiel e incondicional: el Partido Popular.

Wojtyla y Ratzinger

Wojtyla y Ratzinger

«España es hoy el país más secularizado de Europa y el que, a la vez, tiene la jerarquía eclesiástica católica más conservadora y neoconfesional [y además] en España cogobiernan la Iglesia y el PP». Estas palabras no son de ningún anticlerical ni de un ignorante acerca de los entresijos de la Iglesia española, son de un teólogo, José Tamayo-Acosta, y fueron pronunciadas el 20 de noviembre de 2003 con motivo de la presentación de su libro Adiós a la cristiandad. La Iglesia católica española en la democracia. En este mismo discurso, el teólogo mostraba, además, su extrañeza de que el 3 de enero de 1979 –pocos días después de aprobada la Constitución (6 de diciembre de 1978) y al margen de cualquier pacto, negociación o consenso entre partidos– se firmaran los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede. En la misma alocución dijo que «la Iglesia católica se ha convertido en una comunidad imposible, de tendencias claramente sectarias y excluyentes». Sigue leyendo

Ada Colau y los criminales de la Banca

Álvaro MILLÁN

Ada Colau

Ada Colau

La comparecencia de Ada Colau en el Congreso de los diputados el pasado viernes 8 de febrero no sólo ha tenido una extraordinaria repercusión en las redes sociales, sino que ha desatado el escándalo en el ámbito mediático.

Como es lógico, tanto revuelo no se debe a su exposición rigurosa del drama que sufren cientos de miles de personas desahuciadas o amenazadas de desahucio –cosa bien sabida por todos–, sino al lenguaje utilizado por Ada en su alocución. Que llamara criminales a los directivos de la Banca y que confesara su deseo de tirarle un zapato a uno de ellos no era precisamente el objetivo que buscaban quienes la invitaron a participar en aquel acto solemne.

Quienes la invitaron buscaban una foto bien distinta: querían a la activista más conocida de la lucha contra los desahucios explicando –firme pero educadamente– los problemas de los desgraciados que no pueden pagar sus hipotecas. Seguidamente, los diputados –sensibles al dolor humano– mostrarían su preocupación y prometerían poner todo su empeño en buscar una solución razonable a tanta desgracia, salvaguardando, claro está, la estabilidad del sistema bancario, la confianza de los mercados, los criterios de racionalidad presupuestaria, etc. Si el acto hubiera transcurrido así todos hubieran quedado encantados con Ada y seguramente hubiera aumentado el número de partidos políticos que ya la cortejan –ICV y CUP– para que les sirva de anzuelo para aumentar su cosecha de votos. Sigue leyendo

La dictadura del capitalismo neoliberal. El Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios Públicos.

En medio de una gran desinformación, quienes mueven los hilos de las relaciones internacionales preparon hace tiempo el asalto a aquellos ámbitos de la vida social que quedaban fuera de las leyes inexorables del mercado: la educación, la salud, los servicios sociales. La ola de privatización que padecemos en la actualidad no es una consecuencia inevitable de la crisis, responde a un plan elaborado y puesto en práctica hace mucho tiempo.

Bernardo RODRÍGUEZ ÁLVAREZ

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Las relaciones internacionales es algo que escapa a la comprensión de la mayoría de los ciudadanos, que acostumbran a pensar que se trata de algo que no afecta de forma sustancial a sus vidas, por lo que no es de extrañar que dejen esos asuntos en manos de sus representantes. La realidad, sin embargo, es muy distinta, como demuestran casos como el AGCS. Sigue leyendo

El mobbing inmobiliario. Cuando la especulación se hace violencia

Álvaro MILLÁN

Se conoce por mobbing inmobiliario aquella actuación sistemática que efectúa el propietario de un inmueble con el fin de forzar al inquilino a abandonar su vivienda. Se trata de una práctica que se va generalizando en nuestras ciudades como parte de un modelo de desarrollo urbano que ante su ambición de beneficios no conoce límites ni escrúpulos. Esta práctica de acoso y violencia convierte en un infierno la vida de quienes la padecen, generalmente personas ancianas y sin recursos ni medios con que defenderse.

20121217165103-20121124214034-10-03-04-concentracio-769-n-acoso-inmobiliario-2El salvaje desarrollismo urbanístico que padecemos, no sólo ha destrozado una buena parte de este país sembrándolo de espantosas urbanizaciones y de edificios de nichos lo que antes eran playas o espacios públicos, sino que ha generado una especulación que crece constantemente y que ha convertido el derecho a una vivienda digna que consta en la Constitución en un cruel sarcasmo. La especulación del suelo y la liberalización de los precios impuesta por la Ley de Arrendamientos Urbanos (la LAU de Miguel Boyer y Felipe González) son las causas inmediatas de este desastre. Hemos visto cómo los precios de las hipotecas y los alquileres subían hasta colocarse muy por encima de lo que percibe como salario un ciudadano medio. En ocho años subió un 150% el precio de la vivienda, mientras los salarios sólo se incrementaban en un 34,5% de media. Y mientras esto ocurría con el beneplácito de gobiernos de diferente signo, llenando los bolsillos de innumerables concejales –y las arcas de sus correspondientes partidos– de generosas dosis del tres por ciento, nos hemos ido conformando con la idea de un crecimiento económico basado en el impulso del ladrillo. Los beneficios de este crecimiento –ficticio en gran medida– no acaba de percibirse, pero su precio sí resulta evidente. Se le ha impedido a la juventud –sometida además a los contratos basura y al expolio de las ETT– que se independice y lleve adelante su proyecto de vida, forzándola a una interminable adolescencia en el domicilio familiar, se ha encadenado a millones de ciudadanos a una deuda hipotecaria con la que tendrán que pasar casi toda su vida y se ha degradado la calidad de vida de una gran parte de la población. Según datos del Banco de España, el nivel de endeudamiento de los españoles ha superado el 90% –el 60% corresponde a la vivienda– entre 1990 y 2004. Sigue leyendo

Muerte por el trabajo. ¿Suicidio u homicidio?

Bancos, multinacionales, mercados, un ejército en la sombra domina la sociedad, nuestras vidas sin que apenas exista resistencia. Nuestro conformismo nos lleva a la indiferencia de lo que les pasa a los demás ignorando que nos está sucediendo lo mismo a nosotros.

Bernardo Rodríguez Álvarez

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La muerte de un trabajador, como consecuencia de un accidente laboral, es un hecho que todos lamentamos, a la vez que se acepta como un riesgo de la vida laboral que puede suceder, por desgracia con demasiada frecuencia en nuestro país y en otros lugares del mundo. En estos casos el estado suelen tener normas que protegen al trabajador con medidas preventivas o con regulaciones especiales, ya sea en el ámbito de la salud o en el punitivo para el empresario cuando la causa del accidente sea debida al no cumplimiento de las normas, es decir, se parte de la base de que existe una responsabilidad empresarial en lo sucedido. El accidente laboral, para considerarse como tal, debe ocurrir en lugar de trabajo o en in itinere, es decir cuando el trabajador va o sale del trabajo. Sigue leyendo

El Movimiento de Transición. De la indignación a la acción

La actual crisis económica ha destruido la ilusión del consumo ilimitado para la gran mayoría de la sociedad occidental, pero a pesar del descalabro, son muchos los que todavía se empeñan en creer a los oráculos del sistema que insisten en que, muy pronto, volverán los tiempos de bonanza y vacas gordas y, ciegos ante la cruda realidad, niegan la necesidad de un cambio radical que pueda garantizar nuestra supervivencia.

Juan DEL RÍO

Como autoorganizarse para cambiar el paradigma del consumismo en un mundo complejo y finito

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Os propongo un pequeño ejercicio. Levantad la mirada y observad atentamente a vuestro alrededor. ¿Qué veis? ¿Existe alguna relación entre los objetos, personas o cosas que os rodean? ¿Qué relación tenéis con vuestro entorno? Sigue leyendo

El estigma del paro

Reproducimos esta serie de tres artículos que Félix Carrasquer publicó en Polémica en 1985. Más de un cuarto de siglo después sus análisis sobre el origen del problema, sus consecuencias y las opciones para hallar la solución siguen plenamente vigentes.

Félix Carrasquer

felixcarrasquer02Mucho se viene hablando y con sobradas razones de esa lacra del Capitalismo que es el paro; aunque suele hacerse mayormente en términos cuantitativos y marcando el acento, sobre todo, en los aspectos socioeconómicos que atañen más directamente a la política del Estado.

Desde estas columnas pues, sin que ello signifique desdén por ese aspecto económico que nos afecta a todos y reconociendo que el paro es la consecuencia lógica de un sistema que tiene sus fundamentos en la especulación competitiva y en el egoísmo, abordaremos el tema a partir de otra de sus caras que es a mi modo de ver, la más inquietante. Me refiero a la fenoménica psicosocial que esa suerte de cáncer puede generar agravando nuestras relaciones y magnificando el desconcierto.

El parado, aparte de que carece de medios para subvenir a sus necesidades más perentorias y las de los suyos cuando se halla al frente de una familia, no sabe cómo emplear su tiempo y sus energías por faltarle una actividad tan necesaria para el equilibrio sicosomático de la persona humana.

Los primeros efectos de esas carencias, si bien con diferencias muy notorias de unos casos a otros, no tardan en ponerse de manifiesto; en general el parado comienza a sentirse como algo inútil, incluso cuando en su fuero interno reconoce que no lo es y lucha con dignidad y valentía contra una situación que él considera inmerecida e injusta. Esto empero, la sensación de impotencia que poco a poco hace mella en su ánimo, corroe sus pensamientos y suele dañar muy gravemente la identidad de su persona. Sigue leyendo