La actualidad de Arthur Lehning

Thom Holterman 

Arthur Lehning

Arthur Lehning

Bakunin is back in town (Bakunin ha vuelto a la ciudad) era el eslogan de un manifiesto que aparecía a menudo en los años setenta del pasado siglo. Lo hallamos también en la sobrecubierta de la antología que editó el anarquista holandés Arthur Lehning, Michel Bakoenin: over anarchisme, staat en dictatuur (1970).

En los años setenta del siglo XX Arthur Lehning (1899-2000) fue objeto de un redescubrimiento en Holanda, y considerando todos los textos aparecidos en Francia en el mismo periodo, me parece que allí sucedió lo mismo.[1] Así, puede decirse que también él is back in town, porque en aquellos años se renovó el interés por las teorías socialistas y por la filosofía social y, por ende, se renovó la atención a sus textos. Junto a las nuevas ediciones aparecían también ediciones «piratas» de sus opúsculos de la década 1930-1940.

Algunos critican a Lehning sosteniendo que no dice nada nuevo, pero ¿ha cambiado el mundo? iNo! Entonces se puede trabajar con ideas ya conocidas, porque nunca se acaba de aprender y profundizar en la crítica.

Pocos años antes de su desaparición, en una entrevista en la televisión holandesa, le oí decir que nadie había escuchado aquello que él se había pasado sugiriendo toda la vida. Y por eso vivíamos todavía en un mundo loco… Es cierto, Lehning era una persona convencida de lo justas que eran sus propias ideas. Ideas que, visto que el mundo no había cambiado, no consideraba necesario revisar. En otra entrevista se expresó de la misma manera y citó una frase jocosa, en holandés, que juega con su nombre: Arthur Lehning verandert nooit zijn mening’ (Arthur Lehning nunca cambia de idea). Cosa que confirma lo dicho.

Tras su desaparición, el mundo tampoco ha cambiado: su obra y su visión continúan siendo actuales. En el texto que sigue intentaré explicar el porqué.

Apuntes sobre la vida de Arthur Lehning

Arthur Lehning nació en el crepúsculo del siglo XIX (el 23 de octubre de 1899) y murió el primer día del siglo XXI (el 1 de enero de 2000). En la ya citada entrevista en la televisión había declarado también, a propósito de su longevidad: «yo he sido partícipe del siglo XX y ello me basta: no tengo necesidad de asistir al inicio del próximo». Mantuvo su palabra.

Una reflexión como la anterior es, en cualquier caso, humana: había asistido a dos guerras mundiales; había participado en la Guerra Civil Española… Había llevado a cabo, junto a Emma Goldman, un viaje a través de las comunidades colectivizadas de Cataluña. Sus apuntes sobre aquellos días pueden leerse en su Spaans dagboek.[2]

Antes de eso, en 1919, había fundado junto a Rudolf Rocker y Augustin Souchy la FAUD (Freie Arbeiter Union Deutschland –Union de los Trabajadores Libres de Alemania­–). Después fue el secretario de la organización anarcosindicalista AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores) en España, en el bienio 1933-1935. En tanto que anarcosindicalista, era crítico con cualquier sistema de dominación política. Pero su acción no se limitaba a la política.

De hecho se había ocupado, al mismo tiempo, del mundo del arte y de la literatura. En este sentido, su anarquismo es también cultural ¿una prueba? En el 1927 funda la revista I 10, que contará entre sus colaboradores con numerosos artistas e intelectuales. En 1935, en Ámsterdam, participará en la fundación del Instituto Internacional de Historia Social (IISG), que aún existe y que se ha convertido en un inmenso centro de documentación.[3]

Tras la Segunda Guerra Mundial Lehning se dedica a elaborar los Archivos Bakunin. Según él, Bakunin es, después de todo, una de las siete u ocho grandes personalidades del siglo XIX que han formado parte de los movimientos revolucionarios democráticos y socialistas, y piensa que ha sido el teórico más importante del movimiento anarquista. A Lehning le gustaba también repetir que el amigo y compañero de lucha de Bakunin, el célebre geógrafo Elíseo Reclús, lo había apodado el prévivant (previviente), es decir, un hombre que se anticipa a su siglo y, de esta manera, encarna el futuro.

Al principio de los años ochenta del siglo pasado, los Archivos Bakunin contaban ya con diversos volúmenes. Y fue en ese período cuando conocí a Lehning en persona, en ocasión de una conferencia internacional de estudio en Linz. En aquella época yo era un antimilitarista y un activista libertario, ya bien introducido en las teorías anarquistas. Por eso sus textos me eran conocidos. Recuerdo que estuvimos hablando sobre todo de su trabajo en los Archivos Bakunin. Después, nos encontramos de nuevo dos o tres veces, siempre en ocasión de conferencias internacionales. En aquel periodo yo estaba escribiendo mi tesis doctoral en derecho, que examinaba las relaciones entre derecho y anarquía,[4] y por ello crucé diversas cartas con él.

Después, nos perdimos de vista. Al final de sus días se había ido a vivir a unos treinta kilómetros de Lys Saint Georges (Indre), donde se había retirado con su mujer, Toke. Cuando pude ir, solamente pude visitar a Toke y el cementerio de Lys Saint Georges. Es el lugar donde Arthur Lehning había encontrado su Ítaca, la humilde isla de la que habla en su discurso en ocasión de su proclamación como doctor honoris causa en la Universidad de Ámsterdam (8 de enero de 1976). Sobre su lápida aparece la siguiente inscripción: Ítaca te ha dado el bello viaje (Kavafis). Lehning explicaba que la isla no es particularmente interesante, pero le ha dado la ocasión de hacer un viaje magnífico. En la vida, aquello que cuenta no es encontrar un lugar donde estar, sino el viaje, los encuentros… De la misma manera, en su pensamiento no está presente ninguna tierra prometida, ningún corolario de su visión antirreligiosa.

El anarquismo como modo de vida

Escribí, para un medio anarquista holandés, sobre la anarquía en el país de Proudhon.[5] Y de esta manera, supe de la existencia, a través de Le Monde Libertaire, del grupo Arthur Lehning. «iLehning vive!» Su pensamiento es actual, pues afronta el tema de la anarquía como principio de una vida social, piensa la libertad como factor inmanente en un proceso de evolución. Todo aquello que puede limitar o simplemente bloquear la libertad acaba bajo sus flechas. Por eso en sus escritos emerge siempre su aversión cuando se enfrenta a las ideologías totalitarias, a la religión, a los socialdemócratas en tanto que colaboradores del «gran capital», y a la fe en el «mercado». En todo ello radica su extrema actualidad.

Sólo en el caso en el que se reafirmen los derechos humanos, en que el hombre no sea nunca más sólo un medio, en que el gobierno de los hombres sea sustituido por la gestión de las cosas, sólo en este caso, destaca, la llegada de la anarquía estará próxima. El conjunto de las propuestas libertarias debe llevar a una sociedad caracterizada por un mecanismo de libres contratos entre grupos y organizaciones (profesionales, territoriales e internacionales) con las finalidades de la producción y del consumo.[6]

Todo esto representa «la utopía», como explica Lehning en el discurso citado anteriormente… pero ¿en qué sentido?

La utopía concreta

El punto de partida consiste en considerar que los problemas del pasado, que se creían superados resulta, al contrario, que son absolutamente actuales. El «realista político» pasa a través de la realidad de la política. La solución del problema no hace sino producir otros problemas. Puede decirse, por ejemplo, que el clima político actual en América no es favorable para la paz del mundo. No se puede negar el hecho de que América se está transformando en un estado policial… Lehning observa en francés: les faits sont dans les journaux (los hechos están en los periódicos) ¿cuándo? En 1953. Era el tiempo de la caza de los «comunistas», hoy lo es de la caza de los «terroristas». El sistema y la evolución hacia el Estado policial son idénticos. El clima político de 1953 es actual en el 2007. Para evitar cualquier malentendido: todos los Estados, todas las religiones (fundamentalistas o no), todas las ideologías totalitarias amenazan la paz, porque quieren extender la propia potencia, ampliar el propio territorio, el poder sobre el individuo. Análisis que se encuentra en varios textos de Lehning, con el añadido de la necesidad de la revuelta contra esos mecanismos. Así, el ser humano rebelde, el rebelde de Camus, es un personaje de total actualidad.

Quien desee modificar a fondo la realidad actual necesita de energía utópica. Lehning no habla de utopías sociales, no ofrece descripciones de sociedades ideales según el ejemplo clásico de la Utopía de Tomás Moro (1516). La utopía de la que habla Lehning es una visión sobre el futuro que desarrolla una función activa en el presente. Es la utopía concreta. Tiene elementos utópicos anticipatorios, como «el reino de la libertad», «la sociedad socialista como asociaciones de personas libres». Cuanto más aguda es la utopía, más profundo es el análisis de la sociedad existente y de los procesos de transformación. En este caso, la visión se explica cómo teoría crítica. La libertad de la que habla Lehning es aquella que nace de la libre asociación. La anarquía es el eje de estos diversos elementos utópicos y anticipatorios. Desde esta óptica, no es un sistema cerrado de pensamiento, sino una serie de ideas y de ideales de la libertad. Es una guía para llevar a la acción, no una receta.

El punto de vista que considera irrealizable el ideal está de por sí condicionado por el estatus quo, el cual no asume la evolución futura como una necesidad, sino como una serie de posibilidades. Y es esta necesidad lo que hay que provocar. En este caso la utopía es utilizada, según nos enseña Lehning, no como una esperada salutación, sino como una fuerza de creación cultural, un proceso que inspira la acción y en este sentido puede trabajarse todos los días, cada día. En ello se muestra la actualidad de su pensamiento.

Salud, en ruta a Ítaca…

Thom_HoltermanThom Holterman (1942), holandés, activista antimilitarista desde finales de los años cincuenta, ha sido objetor de conciencia, después anarquista, publicista, redactor de la revista anarquista holandesa DeAs desde su fundación (1972) hasta la actualidad. Ha sido profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Erasmus de Rotterdam. Se ocupa desde hace tiempo de la relación entre anarquía y derecho. Actualmente colabora con las revistas libertarias en lengua francesa Refractions y Divergences.

Publicado en A Rivista Anarchica, diciembre de 2001

[1] Lo demuestran algunos títulos: Anarchisme et marxisme dans la révolution russe, París, 1971 (Edición en castellano: Marxismo y Anarquismo en la revolución rusa. Ed. Proyección. Buenos Aires, 1974); Michel Bakounine et les autres, París, 1976 (en castellano: Conversaciones con Bakunin, Ed. Anagrama, Barcelona, 1978); De Buonnarrotti a Bakounine, París, 1977; Bakounine et les historiens. Un apert;u bibliographique, París, 1979; Arthur Lehning, Henri Avron, Daniel Guérin, Bakounine, combats et débats, París, 1979.

[2] Diario de España, publicado en Holanda en 1996 y reeditado en 2006, del cual existe solamente una traducción al alemán, Spanische Tagebuch & Anmerkurgen zur Revolution in Spanien, Editions Tranvia, Berlín 2007. También puede consultarse el sitio francés de En Dehors, La traversée du siecle d’Arthur Lehning (La travesía del siglo de Arthur Lehning): http://endehors.org/news/871.shtml.

[3] Consúltese el sitio web: http:www.iisg.nl/index-nl.php.

[4] Thom Holterman. Recht en politieke organisatie, Een onderzoek naar convergentie in opvanttingen omtrent recht en politieke organisatie bij sommige anarchisten en sommige rechtsgeleerden, Zwolle, 1986. Sólo existe una versión holandesa, pero en una antología inglesa se encuentra en ensayo del autor sobre el tema «Recht en politieke organisatie», ver Thom Holterman y Henc van Maarseveen (eds.), Law and anarchisme, Montréal, 1984.

[5] Visitad los sitios de De As: y De Vrije: http://www.geocities.com/deasnl/ y De Vrije: http://www.devrije.nl/.

[6] El autor ha desarrollado estos conceptos en un sentido jurídico: véase http://divergences.be/article.php3?id_arti­ cle=354.

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Acerca de Polémica

El primer número de la revista Polémica se publicó en 1980 en Barcelona. Polémica se define como libertaria, desde una posición abierta y sin reconocer verdades absolutas ni doctrinas oficiales. Entendiendo lo libertario más como búsqueda de respuestas que como afirmación de principios, procurado siempre compaginar la firmeza en las convicciones propias con el respeto a las ideas de los demás. Esto nos ha permitido contar con un amplio y variado abanico de colaboradores. Polémica procura siempre ser rigurosa, sin sacrificar la objetividad a la propaganda fácil, ni el análisis a la comodidad del tópico consabido. Polémica siempre ha estado estrechamente comprometida con la realidad político social y con las luchas por la libertad y por una sociedad justa y solidaria.

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